sábado, 24 de abril de 2010
Sistema Financiero
El Sistema Financiero
Concepto:
El sistema financiero se define como el conjunto de instituciones cuyo objetivo es canalizar el excedente que generan las unidades de gasto con superávit para encauzarlos hacia las unidades que tienen déficit.
La transformación de los activos financieros emitidos por las unidades inversoras en activos financieros indirectos, más acordes con las demandas de los ahorradores, es en lo que consiste la canalización. Esto se realiza principalmente por la no coincidencia entre unidades con déficit y unidades con superávit, es decir, ahorradores e inversores. Del mismo modo que los deseos de los inversores y ahorradores son distintos, los intermediarios han de transformar estos activos para que sean más aptos a los últimos.
La eficiencia de esta transformación será mayor cuanto mayor sea el flujo de recursos de ahorro dirigidos hacia la inversión.
El que las distintas unidades económicas se posicionen como excedentarias o deficitarias podrá ser debido a razones como: la riqueza, la renta actual y la esperada, la posición social, si son unidades familiares o no lo son, la situación económica general del país y los tipos de interés (las variaciones de estos puede dar lugar a cambios en los comportamientos en las unidades de gasto).
Para resumir, el sistema financiero lo forman:
- Las instituciones (autoridades monetarias y financieras entre ellas)
- Activos financieros que se generan.
- Los mercados en que operan.
De tal forma que los activos que se generan son comprados y vendidos por este conjunto de instituciones e intermediarios en los mercados financieros.
Para entender mejor lo anteriormente dicho vamos a definir algunos conceptos:
Los intermediarios financieros son un conjunto de instituciones especializados en la mediación entre ahorradores e inversores, mediante la compraventa de activos en los mercados financieros.
Existen dos tipos de intermediarios financieros:
- Los bancarios, que además de una función de mediación pueden generar recursos financieros que son aceptados como medio de pago. Dentro de este grupo está el Banco de España, la Banca Privada y las Cajas de Ahorro.
- Los no bancarios, que se diferencian de los anteriores en que no pueden emitir recursos financieros, es decir, sus pasivos no pueden ser dinero. Dentro de este grupo se encuentran entre otros las entidades gestoras de la Seguridad Social, Instituciones aseguradoras, Leasing, Factoring, etc.
Los denominados activos financieros (instrumentos financieros) son títulos emitidos por las unidades económicas de gasto, que conforman un medio de mantener riqueza en quienes los poseen y al mismo tiempo un pasivo para quienes lo generan. Como vemos se convierte en un pasivo para unos y en un activo para otros por lo que no contribuye a incrementar la riqueza del país aunque sí a una enorme movilidad de los recursos económicos.
Los activos se caracterizan principalmente por los siguientes aspectos: liquidez, riesgo y rentabilidad.
La liquidez se mide por la facilidad y certeza de su realización a corto plazo sin sufrir pérdidas. El riesgo depende de la probabilidad de que, a su vencimiento, el emisor cumpla sin dificultad las cláusulas de amortización. Finalmente, la rentabilidad se refiere a su capacidad de producir intereses u otros rendimientos (de tipo fiscal ,por ejemplo) al adquirente, como pago de su cesión temporal de capacidad de compra y de su asunción, también temporal ,de un riesgo.
Al alcanzar una posición deudora las operaciones financieras desde el punto de vista del agente económico, queda definido el concepto de pasivo financiero.
Estructura Del Sistema Financiero
El sistema financiero es un mecanismo dinámico en constante evolución, por lo que esta panorámica actual no constituye más que un fotograma de proyección continua, que es necesario descubrir asimismo para comprender en plenitud su funcionamiento.
Comenzando ya el análisis de nuestro sistema financiero, destaquemos en primer lugar que en España la máxima autoridad en materia de política financiera corresponde al Gobierno, siendo el Ministerio de Economía y Hacienda el máximo responsable de todos los aspectos relativos al funcionamiento de las instituciones financieras.
Este Ministerio ejerce sus funciones a través de cinco órganos ejecutivos:
- Dirección General de Política Comercial e Inversiones Exteriores.
- Banco de España.
- Dirección General del Tesoro y Política Financiera.
- Dirección General de Seguros.
- Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Es al Banco de España al que corresponden las mayores atribuciones, tanto por la magnitud de las entidades financieras bajo su control y volumen de recursos canalizados a través de las mismas, como por ser el encargado de definir y ejecutar la política monetaria, con autonomía respecto a las instrucciones del Gobierno y del Ministerio de Economía y Hacienda, de acuerdo con su ley de Autonomía de 1994.
Del Banco de España dependen, en primer lugar las denominadas entidades de crédito, en sentido estricto, cuya característica común es la posibilidad que tienen de captar como actividad típica y habitual fondos del público en forma de depósitos o títulos similares con obligación de su restitución, aplicándolos por cuenta propia a la concesión de créditos o a operaciones de naturaleza similar. Pertenecen a esta categoría:
- El Instituto de Crédito Oficial (ICO)
- Bancos privados
- Banca Pública
- Caja de Ahorros
- Cooperativas de Crédito
En segundo lugar , dependen también del Banco de España los Establecimientos Financieros de Crédito (EFC), denominadas Entidades de Crédito de Ambito Operativo Limitado (ECAOL). Pertenecen a esta categoría , en la actualidad:
- Las Entidades de Financiación y Factoring
- Las Sociedades de Arrendamiento Financiero (LEASING)
- Sociedades de Crédito Hipotecario
Finalmente también dependen de él las Sociedades de Garantía Recíproca (SGR),y el sistema de Segundo Aval, además de algunos de nuestros principales mercados financieros [los interbancarios, el de divisas y, en parte (también depende de la Comisión Nacional del Mercado de Valores), el de deuda pública anotada)].
Importancia Del Sector Financiero Español
Sector Financiero Y Economías Domesticas
Entre estas dos unidades existe un doble flujo de recursos financieros, así las familias transfieren fondos al sector financiero y este a su vez ofrece financiación a las economías domésticas .
Vamos a analizar la relación entre estos dos sectores desde esta doble perspectiva, teniendo en cuenta que existen tres tipos de intermediarios financieros :
- Cajas de ahorro
- Banca privada.
- Entidades oficiales de crédito.
- Los flujos financieros de las economías domésticas hacia las cajas de ahorro.
*Depósito a la vista o cuenta corriente: contrato bancario por el que el titular ingresa fondos en la entidad, cuyo saldo puede ser incrementado, disminuido e incluso retirado totalmente. Garantiza gran liquidez.
*Depósito de ahorro o libreta: sus características son similares a la cuenta corriente pero ésta puede movilizarse con cheques, mientras que la cuenta de ahorro se instrumenta en libreta, es decir no se puede movilizar mediante cheque por lo que son depósitos más estables.
*Imposiciones o depósitos a plazos: dichos instrumentos financieros poseen menos liquidez que los anteriores pero a su vez ofrece una mayor rentabilidad (pudiendo ser a tres, seis meses, un año o más). Mediante este contrato el cliente se compromete a mantener hasta su vencimiento en la entidad el importe del depósito y podrá acumular los intereses una vez llegado el término del plazo.
*Certificados de depósito: son depósitos a plazo fijo, es decir, activos que presentan poca liquidez y su diferencia con las imposiciones a plazos es que puede transmitirse a otras personas mediante endoso.
- Los flujos financieros que van de las Caja de Ahorro a las economías domésticas: las familias son los beneficiarios, como es el caso del crédito en póliza tanto con garantía real (hipotecaria) o personal, destacando los destinados a la adquisición de vivienda propia y bienes de consumo duraderos.
- Los flujos financieros de la Banca con las economías domésticas: los productos de las relaciones financieras entre ambas coinciden con las expuestas en relación con las Cajas aunque las relaciones de la Banca han estado más centradas en la empresa y menos en la economía doméstica. Aún así se concentran esfuerzos en este mercado, por ejemplo, para la adquisición de viviendas.
- Los flujos de las Entidades Oficiales de Crédito con las economías domésticas: no tienen una directa incidencia ya que se orienta principalmente al sector de la industria.
El Sector Financiero Y Las Empresas
Con relación a las Cajas de Ahorro, los flujos que tienen con la empresa son de menor peso que con las economías domésticas.
En la financiación de la empresa se dan conceptos distintos a los señalados con las economías domésticas .
- Los flujos financieros de las cajas a las empresas:se dan por la necesidad que tienen estas en algún momento de su vida productiva . Existen varias alternativas de financiación:
*Crédito en póliza: utilizado para financiar activo fijo como instalaciones, maquinaria, equipos informáticos.
*Cartera de valores: puede darse el caso que las empresas emitan títulos valores y que estos sean adquiridos por las Cajas de Ahorros obteniendo así fondos a largo plazo.
*Arrendamiento financiero (leasing): con esta operación se consigue la financiación de bienes de activo fijo mediante la contraprestación periódica de cuotas.
*Líneas de descuento de papel comercial: consiste en el adelanto del dinero de los efectos o letras de cambio de las empresas por parte de las Cajas de Ahorro.
*Descuento financiero: por medio de esta operación las Cajas de Ahorro libran un efecto a cargo de las empresas (pago a proveedores).
Asimismo la relación entre empresas y Banca Privada coincide con la mantenida con las Cajas en muchos puntos aunque con diferencias en otros como ocurre en el ámbito de la capacidad para emitir bonos o acciones que suponen la inversión de las empresas en títulos de la Banca.
Sector Financiero Y Sector Publico
El sector público genera en la economía unos elevados gastos. Estos gastos disponen de un sistema fiscal que aporta un volumen de ingresos. Cuando estos no son suficientes, recurren a las Cajas de ahorro y demás entidades de crédito.
Las Administraciones Públicas constituyen el Sector Público, y están formadas por:
*Administración Central: Estado y Organismos Autónomos Administrativos (excluida la Seguridad Social )
*Administración Autonómica y Local: Administraciones Autonómicas, ayuntamientos y diputaciones.
*Administración de la Seguridad Social (central y autonómica )
El Sector Público prefiere ante las instituciones financieras la actividad de obtener fondos antes que la función de invertir, por lo que son escasos los flujos financieros del Sector Público al financiero (debido a la naturaleza pública del sector, que debe mantener los objetivos del Estado y, principalmente, a que generalmente el sector público resulta ser deficitario en financiación).
El flujo financiero de las instituciones financieras hacia el sector público podemos dividirlo en dos vertientes:
*Créditos ordinarios
*Fondos Públicos
Los Fondos Públicos los forman:
1. Deuda del Estado. (c/p: Letra del Tesoro; medio y largo plazo: Bonos del Estado y Obligaciones del Estado)
La Letra del Tesoro se emite al descuento, a plazos no superiores a 18 meses. Su objetivo es servir de instrumento regulador de la intervención monetaria principalmente.
2. Deuda de Comunidades Autónomas y Corporaciones Locales (emisión de obligaciones a medio y largo plazo)
La Letra del Tesoro es la necesidad de sustituir un título anterior de parecidas características, el Pagaré del Tesoro (fue la primera experiencia del Estado de acudir al mercado a financiarse a corto plazo en régimen de libertad).
La PYME: Definición Y Problemática Financiera.
Concepto
Al hablar de la pequeña y mediana empresa (PYME) en España, la primera cuestión que se plantea es la de su problemática definición.
En la Central de Balances del Banco de España, la principal fuente estadística, se consideran pequeñas empresas a las de menos de 100 trabajadores, medianas a las que tienen entre 100 y 500 trabajadores y grandes a las de más de 500 trabajadores. Por su parte, la Ley 1/1.994, de 11 de marzo, sobre Sociedades de Garantía Recíproca, considera PYME a las de menos de 250 trabajadores.
Más recientemente, la Orden del Ministerio de Industria y Energía, de 8 de mayo de 1.995, por la que se desarrollan las bases y los procedimientos para la concesión de las ayudas y acciones de fomento previstas por la Iniciativa PYME de Desarrollo Industrial, define a la PYME como aquellas empresas que cumplen los siguientes requisitos: 1) que no tengan más de 250 trabajadores; 2) que tengan un volumen de negocios anual no superior a 20 millones de ecus, o bien un balance general no superior a 10 millones de ecus, y 3) que no estén participadas en más de un 25% por empresas que cumplan las dos anteriores condiciones, salvo que éstas sean empresas públicas de inversión, empresas de capital riesgo o que no ejerzan control. No obstante, entre las PYME reconoce expresamente a las llamadas "microempresas", de hasta 10 trabajadores, una distinción que también se hace por el Instituto de Estudios Fiscales.
Finalmente, en la Comunicación de la Comisión de las Comunidades Europeas sobre la Mesa Redonda de Altas Personalidades del Sector Bancario (28-10-1.994), se afirma que la tendencia creciente de la UE es considerar como PYME a las empresas de menos de 250 trabajadores, al menos a efectos de ayudas públicas.
Según la definición que se adopte, la PYME tiene en España distinto grado de importancia, aunque en cualquier caso, muy alto. Del mismo modo, la intensidad de los problemas a los que se enfrenta es distinta, según cuál sea la frontera de dimensión que la delimite. Una aproximación elemental a las distintas fuentes puede permitirnos conocer las proporciones relativas de estas empresas en las economías española y europea.
Según el Instituto de Estudios Fiscales , las llamadas microempresas (de 1 a 10 empleados) representan el 93,0% de las empresas españolas y el 17,7% del empleo; las PYME (de 10 a 250 empleados), el 6,8% de las empresas y el 46,0% del empleo; y las grandes empresas (más de 250 empleados), el 0,2% de las empresas y el 36,3% del empleo.
En el tercer informe sobre empresas en Europa, de la Comisión de la Unión Europea, las microempresas (menos de 10 empleados) representan el 92,4% de las empresas y el 33,3% del empleo; las PYME (de 10 a 500 empleados), el 7,5% de las empresas y el 42,0% del empleo; y las grandes empresas (más de 500 empleados), el 0,1% de las empresas y el 24,7% del empleo.
Por consiguiente, y cualquiera que sea el criterio de definición que se utilice, la PYME tiene una gran importancia, no sólo en la economía española sino en la de toda la Unión Europea. Además, en la Comisión de las Comunidades Europeas, se han señalado con acierto los principales elementos que harán que, en el decenio de 1.990, el principal potencial de empleo se encuentre en las PYME, que pueden sintetizarse en cinco grandes puntos:
- Creciente importancia del sector servicios en el que predominan claramente las PYME.
- Las PYME se desarrollan principalmente en el entorno local y en aquellas actividades a las que menos afecta la competenciainternacional.
- La PYME emplean proporcionalmente mayor número de mujeres y jóvenes, a las que por distintas causas, está afectando más el desempleo en el actual proceso de mundialización de la economía.
- Las PYME emplean más trabajadores a tiempo parcial, con lo que pueden jugar un papel importante en la "repartición" del empleo.
- Las prácticas de dispersión de las grandes empresas favorecen la externalización de su producción y de sus servicios hacia las PYME, lo que permite ver entre éstas y las grandes empresas una relación más de complementariedad que de competitividad.
Todo ello seguramente explica también los múltiples programas públicos de ayudas a las PYME en todas aquellas actividades en las que se encuentran en situación de desventaja con respecto a las grandes empresas. Sólo en relación con la financiación, y según un reciente estudio de la Secretaría de Estado de Economía --Análisis y evaluación sobre el marco estratégico de financiación de las PYME en España (1.995) -- se ha llegado a registrar la existencia de más de 2.000 instrumentos de apoyo financiero administrados por más de 200 entidades.
Composición De La Estructura Financiera De La Pyme
En este punto vamos a realizar un estudio general de la estructura financiera de las empresas españolas, tanto por naturaleza de los recursos como por plazos de vencimiento, así como de la situación de equilibrio financiero en la que se encuentran los tres grupos que vamos a considerar.
Las empresas se clasifican en tres grupos según su tamaño: pequeño (hasta 99 trabajadores), mediana (de 100 a 499 trabajadores) y grande (500 o más trabajadores).
El gráfico refleja la composición del pasivo de las empresas españolas según tamaño. Los porcentajes se han obtenido calculando la media del balance medio de los años 1.991, 1.992, 1.993 y 1.994. En el gráfico se observan, al menos para este periodo, cuatro rasgos estructurales en la financiación de las empresas españolas:
Gráfico 1
En primer lugar, las pequeñas y medianas empresas presentan mayores niveles de autofinanciación, medida ésta por el peso que los recursos propios tienen en el activo total. Concretamente, el porcentaje de autofinanciación de las grandes empresas (36,9%) es 4,2 puntos inferior al de las pequeñas (41,1%), y 7,3 puntos menor que el de las empresas de tamaño medio (44,2%).
En segundo lugar, la financiación sin costes entre la que destacan las deudas con proveedores y acreedores, tienen un peso claramente decreciente con la dimensión: los porcentajes sobre el pasivo total para las pequeñas, medianas y grandes empresas son, respectivamente, del 31,0%, 26,6% y 21,3%.
En tercer lugar, el peso de la financiación bancaria sobre el pasivo total es relativamente parecido en todos los tamaños: en las grandes empresas (20,7%), es sólo ligeramente inferior a las pequeñas (21,5%) y algo inferior a las medianas (19,7%). Esto, no obstante, no significa que la dependencia de los recursos bancarios sea similar a todos los grupos.
En cuarto y último lugar, el empleo de otras fuentes de financiación (resto), entre las que destacan las emisiones de obligaciones y pagarés de empresa, crece intensamente con el tamaño, siendo superior al triple en el caso de las grandes empresas (21,1%) que en el caso de las pequeñas (6,4%). La dificultad de acceso de las PYME a los mercados de capitales, para lo que se necesita una dimensión mínima, puede explicar esta diferencia.
El gráfico núm. 2 refleja la composición de la deuda por plazos. En el se puede observar que las deudas a corto plazo tienen un peso fuertemente decreciente con el tamaño; esto es, las pequeñas y medianas empresas cubren una proporción mucho más elevada que sus necesidades de financiación ajena con recursos a corto plazo (81,9% y 78,2% respectivamente) que a las grandes empresas (55,1%). Este hecho, sin embargo, no conduce a que las PYME incurran en desequilibrio financiero. Como se puede observar en el gráfico núm. 3, donde se recoge la cobertura de inmovilizado con recursos permanentes y el porcentaje que el fondo de maniobra supone sobre el activo total, la correspondencia entre naturaleza de las inversiones y plazos de la deuda es mucho más favorable para el caso de las pequeñas y medianas empresas que para el caso de las grandes. Las diferencias de peso del fondo de maniobra son especialmente significativas, pues suponen el 16,9% del activo en las pequeñas empresas, mientras que en las grandes es negativo, con un valor del -2,0%. Este resultado contradictorio entre plazos de la deuda y equilibrio financiero se explica por el diferente peso que los tres grupos tiene el inmovilizado material y financiero, que en las grandes empresas alcanza un valor del 64,7% (promedio 1.991-1.994), frente al 32,1% en las pequeñas y 44,6% en las medianas.
Problemática Para La Captación De Recursos
A lo largo de los años las actuaciones han ido transformándose para dar mejor respuesta a los cambios producidos en el entorno socioeconómico de las empresas, diseñándose una política de PYME que ha tenido en cuenta las debilidades y carencias más importantes de las mismas:
1. Las derivadas de su tamaño.
Las pequeñas y medianas empresas difícilmente consiguen, de manera individual, superar las dificultades que entrañan la expansión comercial, la internacionalización o la incorporación y adaptación al cambio tecnológico.
2. Las dificultades para estar informada.
En general, las PYME, a la hora de tomar sus decisiones empresariales, no están bien informadas, por exceso o por defecto. Con dificultad consiguen identificar fuentes y contenidos relevantes de información comercial, financiera, tecnológica o de otra índole.
Por otra parte, la participación de las PYME en los avances de la telemática y las telecomunicaciones son escasas, ignorando o no pudiendo valorar el impacto que podría reportarles la participación en estos avances tecnológicos.
3. La falta de capacidad inversora.
El proceso inversor de las PYME españolas es limitado. Así como limitada es la disponibilidad de recursos que se destinan a la reposición y mejora del aparato productivo y comercial.
4. Las carencias de financiación.
Diversos análisis y estudios realizados coinciden en la debilidad de la estructura financiera de la PYME española.
En comparación con las europea, nuestras PYMEs disponen en la práctica de menos fuentes de financiación y menos diversificadas, obedeciendo ello, no sólo a deficiencias y estrecheces de nuestros mercados de capitales sino también a la prima de riesgo que han de satisfacer como consecuencia de las garantías que son exigidas por el sistema crediticio.
Las principales dificultades a las que se enfrentan son tres:
Rigidez del mercado español para incorporar recursos de largo plazo a las PYME. Mientras que la gran empresa cuenta con mayores posibilidades de acceder Bolsa de Valores o a captar capitales de riesgo, la pequeña empresa cuenta exclusivamente con sus recursos propios y con la financiación ajena a corto o medio plazo para financiar su expansión.
Difícil acceso de las PYME a instrumentos de financiación alternativos a la financiación bancaria, como la emisión de empréstitos o pagarés.
Mayores costes financieros y menores periodos de amortización para las operaciones financieras tradicionales de las PYME. La dificultad de evaluar la viabilidad de los planes de inversión de las PYME se sustituye por la exigencia de garantía real o personal y/o primas de riesgo adicionales, agravándose estas dificultades para las empresas unipersonales
5. Las carencias tecnológicas.
Son notorias las dificultades de las PYME, no ya para generar tecnología a través de la I+D, sino para acceder a la misma y asimilarla por medio de la transferencia y difusión tecnológica.
La búsqueda de socios tecnológicos, la consideración de la innovación tecnológica en la estrategia empresarial y la práctica sistemática de una gestión tecnológica que garantice la presencia de la PYME en el mercado, tampoco son hábitos muy difundidos entre nuestros empresarios.
6. La falta de capacidad de negociación.
En general la PYME negocia mal, principalmente como consecuencia de carencias significativas en la formación de nuestros empresarios.
Por último, hay que señalar que la puesta en marcha y mantenimiento de cualquier negocio, por pequeño que sea, supone una carga burocrática que complica excesivamente la gestión del empresario frente a las administraciones públicas, detrayendo considerable tiempo de las actividades empresariales.
Instrumentos Financieros Al Servicio De La Empresa.
La empresa, en su inicio, requiere de una inversión con la que poder adquirir una serie de activos que le serán fundamentales para comenzar a funcionar. Además, en el desarrollo de sus actividades tiene que hacer frente a una serie de pagos a la vez que recibe unos ingresos. La diferencia entre estos (pagos-cobros) a lo largo del tiempo determina el saldo de tesorería en cada momento. Este saldo debe permanecer próximo a cero, ya que se trata de un capital improductivo que supone un coste para la empresa. Por tanto, los excedentes de tesorería deben invertirse de la forma más segura y rentable posible. En caso de que exista déficit en la tesorería se puede recurrir a alguna de las formas de financiación existentes para evitar incurrir en mora, con todos los costes que ello supone para la empresa.
Para una adecuada financiación de la empresa es fundamental una política de cobros y pagos correcta. En el caso de que esta nos venga impuesta (ya sea por la situación del mercado, la competencia existente, gran poder de los clientes, los proveedores o de ambos, etc) tendremos un problema añadido. Si, por ejemplo, nos vemos obligados a pagar a nuestros proveedores en un plazo de 30 días, y nosotros cobramos a 90 días, deberemos tener en cuenta esta situación y adoptar las medidas necesarias para tener liquidez en todo momento. Para las PYMEs este suele representar un grave problema, ya que el crédito comercial tiene aquí una gran importancia debido a la dificultad que este tipo de empresas encuentra a la hora de captar fondos.
Hoy en día un director financiero debe analizar, además de los estados patrimoniales de la empresa, la situación económica general para poder vislumbrar la evolución futura de la misma y las consecuencias que en su negocio pueda dar lugar, con el fin de planificar y resolver cuantas incertidumbres se puedan plantear desde una situación de conocimiento de la coyuntura.
Hay que pasar desde una concepción interna de la empresa a una visión más amplia de la función financiera como papel mediador entre las operaciones reales de la empresa, de carácter interno, y los mercados financieros externos.
El director financiero, responsable de la función financiera en la empresa tiene asignadas una serie de funciones, todas ellas relacionadas con la dualidad inversión-financiación, entre las que destacan:
Búsqueda de los fondos financieros más adecuados para la actividad de la empresa.
Asignación de estos fondos en los proyectos de inversión más seguros y rentables.
Planificación financiera a corto y a largo plazo.
Contabilidad de las actividades financieras, nóminas, impuestos...
Gestión de cobros y pagos.
El objetivo principal de los departamentos financieros de las empresas es conseguir un uso óptimo de las fuentes de financiación de que disponen. Teniendo en cuenta la variedad existente tanto en posibilidades de financiación como de inversión podemos afirmar que se trata de una meta difícil de alcanzar.
Instrumentos Financieros De Financiación.
Instrumentos de financiación no bancarios
Autofinanciación
La autofinanciación es el recurso que más potencia la empresa, puesto que supone la reinversión de los recursos generados. La autofinanciación no tiene un objetivo de financiación concreto, es decir, que constituye un reforzamiento general de los recursos propios, cuyo destino será el que convenga en cada momento, aunque es normal que se utilicen para cubrir nuevas inversiones. Puede considerarse como la parte de los beneficios, o de los recursos generados, que permanece en el seno de la empresa, es decir, los beneficios no distribuidos
Es de gran importancia para las PYMEs, ya que estas suelen encontrar grandes dificultades para acceder a las fuentes de financiación externa debido a las fuertes exigencias que estas imponen en cuanto a solvencia y capacidad de pago.
Podemos distinguir entre autofinanciación de mantenimiento y de enriquecimiento:
Se considera autofinanciación de mantenimiento a aquellos fondos destinados a garantizar una continuidad en la cantidad de patrimonio neto o activo neto de la empresa, es decir, mantienen intacto el valor real de la empresa. Está formada por las dotaciones a amortizaciones, las provisiones y cualquier cuenta de correcciones de valoración.
La autofinanciación de enriquecimiento es la destinada a aumentar la potencialidad de la empresa. Está constituida por los beneficios no distribuidos y ahorrados (las reservas y el exceso de fondos de amortización sobre la depreciación económica) y las provisiones sobre riesgos y gastos a cubrir.
Emisión de valores negociables.
Las acciones son participaciones que otorgan el derecho de propiedad sobre una empresa. Representan, por lo tanto, cada una de las partes en que se puede dividir el capital social de la misma.
Las acciones pueden ser nominales (aparece el nombre del propietario de la acción) o al portador. Su compraventa se negocia, cuando cumplen ciertos requisitos, en los mercados de valores. Por ejemplo, en España, estos requisitos son los siguientes: en los dos años anteriores a su salida en Bolsa, tres si no son consecutivos, la empresa tiene que haber repartido dividendos de, al menos, el 6% entre sus accionistas; cada tres meses habrá que proporcionar un informe sobre el estado financiero de la empresa y sobre los cambios que afecten a la cuenta de explotación, y hay que contar con un mínimo de títulos negociados y que exista una demanda efectiva para las acciones.
También se pueden distinguir las acciones según sean ordinarias o preferentes. Éstas últimas confieren a sus titulares determinados privilegios que no disfrutan los tenedores de acciones ordinarias, como es el hecho de percibir unos dividendos predeterminados sobre los beneficios de la empresa. Por el contrario, las acciones ordinarias percibirán dividendos sólo cuando así lo considere conveniente la junta directiva de la empresa en cuestión. Los propietarios de acciones individuales son los propietarios últimos de la empresa; cuando ésta se liquida, el remanente se distribuirá entre este tipo de accionistas.
La tenencia de acciones, ya sean ordinarias o preferentes, otorgan un derecho de preferencia cuando se produce una ampliación de capital, lo que se denomina derecho de suscripción preferente. Cuando se ejerce este derecho, al producirse una ampliación de capital, la acción antigua se denomina acción ex derecho. Por otra parte, no todas las acciones conceden el derecho a voto: para que un determinado accionista pueda tener derecho a voto tendrá que poseer un mínimo de acciones estipulado en los estatutos de la sociedad.
La ventaja fundamental de las acciones consiste en que permiten acceder al ahorro de otros agentes económicos. Otra ventaja importante deriva del hecho de que el accionista no responde con sus bienes particulares ante las pérdidas de la sociedad, por lo que sus pérdidas sólo se reducen a la cantidad que haya invertido para comprar las acciones.
Los bonos son un instrumento de crédito legal mediante el cual se adquiere el compromiso de pagar una cantidad prefijada en una fecha concreta, cuando se cumplan determinados requisitos.
Esta clase de bonos suelen ser emitidos por grandes empresas y por los gobiernos, como medio de emitir deuda pública que les permita financiarse a corto y largo plazo. El término bonos se suele utilizar para reflejar una emisión de deuda a corto plazo, mientras que para las emisiones de deuda a medio plazo se emplea el término pagaré, y a largo plazo el de obligación. Las emisiones de deuda se realizan acudiendo a intermediarios financieros, que pueden ser bancos o cualquier otro tipo de brokers (intermediarios financieros que trabajan a comisión por cuenta ajena). El comprador de los bonos puede quedarse con ellos y cobrar los intereses acordados, o venderlos a un tercero. Los bonos emitidos por las empresas suelen estar respaldados por una hipoteca sobre las propiedades de la empresa.
Existe una gran variedad de valores en los mercados organizados, de los que vamos a nombrar algunos:
Acciones ordinarias o con derecho preferente de suscripción y acciones sin voto. Las dos primeras constituyen las formas de emisión clásicas, mientras que las últimas son una novedad de 1990. Las acciones sin voto no tienen la posibilidad de votar en las juntas de accionistas. Como compensación, los propietarios de este tipo de acciones tendrán derecho a percibir el dividendo anual mínimo establecido en los estatutos sociales (que no podrá ser inferior al 5% del capital desembolsado por cada acción), además de percibir el mismo dividendo que corresponda a las acciones ordinarias. Además, en caso de liquidación de la sociedad, las acciones sin voto conferirán a su titular el derecho a obtener el reembolso del valor desembolsado antes de que se distribuya cantidad alguna a las restantes acciones.
Valores convertibles (acciones convertibles en otro tipo de acciones u obligaciones convertibles en otro tipo de obligaciones o en acciones), que permiten al tenedor en cierto momento de la vida del empréstito suscribir los nuevos títulos por conversión de los antiguos.
Valores rescatables, en los que periódicamente se conviene en autorizar al tenedor a solicitar su reembolso y la entidad emisora a amortizarlos o modificar sus condiciones de interés y/o amortización.
Valores indexados, en función del índice de precios o de cualquier otro valor. Algunas de ellas tienen restricciones en España o están prohibidas.
Valores "cupón cero", en los que capital e intereses se devuelven al final del plazo del empréstito y que pueden combinarse con algunas fórmulas de opción o convertibilidad.
Valores perpetuos de renta fija, que se caracterizan porque el emisor no especifica fecha de devolución, salvo caso de liquidación (respetando un plazo mínimo). Gozan de ciertos incentivos en intereses o participación en los beneficios.
Valores subordinados o participantes perpetuos, que son emitidos a largo plazo o como perpetuos, disfrutando de unos intereses que dependen de la actividad productiva, a los que se les puede añadir un tipo fijo mínimo. En caso de liquidación, sus poseedores recibirán su deuda después que los acreedores y antes que los accionistas.
Emisión pública de pagarés u otros activos financieros con rendimiento implícito, que no se ajusten a las normas que definen las obligaciones.
Instrumentos de financiación bancarios.
Desde el punto de vista empresarial, la financiación ajena mediante captación de recursos de las entidades financieras es la más importante. Denominaremos instrumentos bancarios a los ofrecidos por todos los intermediarios financieros.
Diferencias entre operaciones de préstamo y crédito.
El contrato de préstamo es aquel en el que la entidad financiera entrega al cliente una cantidad de dinero, obligándose este último, al cabo de un plazo establecido, a restituir dicha cantidad más los intereses pactados.
Por el contrario, en el contrato de crédito en cuenta corriente, la entidad financiera se obliga a poner a disposición del cliente fondos hasta un límite determinado y por un plazo de tiempo prefijado. El cliente pagará intereses sobre la cantidad que permanezca retirada de la cuenta en cada momento.
Créditos en cuenta corriente
El contrato de crédito en cuenta corriente es aquel por el que el banco concede crédito al cliente por un cierto plazo y por una suma determinada, obligándose a cambio de una comisión, a poner a disposición de aquel dentro de los límites establecidos las cantidades que le reclame en el plazo fijado.
La cuenta corriente de crédito se establece en un contrato de crédito mediante el cual se autoriza al acreditado a disponer hasta un límite establecido en la correspondiente póliza de crédito. El contrato atribuye al acreditado un derecho de crédito sobre la totalidad de las sumas que la entidad de crédito pone a su disposición, siguiendo la obligación de restitución de este queda supeditada a la efectiva utilización del mismo que puede realizarse total o parcialmente a lo largo de la duración de la póliza.
Prestamos
El contrato de préstamo es aquel por el cual la entidad financiera ( prestamista ) entrga al cliente (prestatario) una determinada cantidad de dinero estableciéndose contractualmente la forma en que habrá de restituirse el capital y abonar los intereses, con unos vencimientos generalmente prefijados en el cuadro de amortización que acompaña al contrato.
- Obligaciones del préstamo:
Pagar todos los gastos que pueda ocasionar la formalización del préstamo.
Abonar las comisiones devengadas por la operación.
Realizar las amortizaciones del capital en los plazos convenidos.
Pagar los intereses remuneratorios del capital en los plazos convenidos y los intereses de demora que se puedan generar.
Al término del plazo el prestatario ha debido restituir la totalidad del nominal entregado.
Descuento bancario
El descuento es un contrato por el cual la entidad bancaria (descontante) anticipa al cliente el importe de un crédito que este tiene frente a un tercero, mediante la cesión a la entidad de crédito de un interés que se corresponde con el tiempo que media entre el momento del anticipo y el vencimiento del crédito.
Descuento comercial
Descuento comercial bancario es aquel que realizan las entidades de crédito, bancos y cajas a sus clientes sobre los efectos de comercio en poder de estos últimos para resarcirse del importe de sus ventas de bienes, suministros o servicios antes del vencimiento para obtener liquidez. Esta operación se ha instrumentado generalmente sobre efectos (letras), aunque actualmente ya se hace incluso con facturas.
- Clases de descuento comercial:
Descuento simple o circunstancial: el que admite o negocia el descuento de un efecto o remesa de efectos , sin que se presuponga el descuento de otras futuras, es decir, se practica de forma individual.
Línea de descuento: aquella operación de descuento continua y repetitiva al amparo de una clasificación de riesgo comercial previamente estudiada por la entidad descontante con un límite y unas condiciones de renovación periódica.
El Banco de España considera crédito comercial "el descuento, por las entidades de crédito, mediante libramiento o endoso a su nombre, de efectos comerciales, letras, pagarés u otros efectos aptos para el giro".
Créditos de firma
Son créditos que no implican un desembolso efectivo por parte del banco, sino un compromiso de pago de una deuda en lugar del deudor principal, es decir, el banco no pone dinero a disposición del cliente sino que con su propia firma avala al cliente de su operación con un tercero.
Dentro de esta categoría se incluyen :
- Las fianzas.
- Avales.
- Créditos documentarios confirmados.
- Aceptaciones, etc.
Estos créditos exigen un análisis del riesgo en dos vertientes:
Examen de la solvencia y garantía del cliente al que se le concede dicho crédito.
Análisis del condicionado del contrato de aval por la entidad.
Leasing
El término leasing proviene del verbo inglés "to lease" que significa arrendar o dejar en arriendo. En España se traduce por "arrendamiento financiero", aunque el término anglosajón es aceptado y utilizado internacionalmente.
Resulta difícil encontrar una definición que cubra todos los aspectos de esta operación. Sin embargo, atendiendo a la doble vertiente jurídico-financiera del leasing, podemos definirlo como "una financiación destinada a ofrecer a los industriales y a los comerciantes un medio flexible y nuevo de disponer de un bien de equipo alquilándolo en vez de comprarlo. Esta operación es realizada por sociedades especializadas que compran el material siguiendo las instrucciones del futuro usuario, alquilándoselo durante un plazo convenido y mediando la percepción de un canon fijado en el contrato y que debe reservar al arrendatario una opción de compra sobre el material al término del periodo inicial.
Podríamos definir el leasing de una forma más práctica y concreta como un contrato especial de arrendamiento-financiación que permite al usuario-arrendatario disponer de un bien de capital productivo, elegido con absoluta libertad y de acuerdo a sus necesidades, durante el plazo que se pacte, mediante el pago de cuotas periódicas (normalmente mensuales) que incluyen el coste del equipo más los intereses correspondientes. Al final del plazo del contrato, se le ofrecen al usuario-arrendatario tres opciones que puede elegir libremente:
Comprar el equipo por un precio previamente establecido al finalizar el contrato, que se denominará "valor residual".
Firmar un nuevo contrato de leasing y continuar utilizando el bien por un nuevo periodo de tiempo mediante el pago de unas cuotas más reducidas que las del primer periodo (calculadas sólo sobre el valor residual).
Devolver el equipo a la entidad arrendadora.
En las operaciones de leasing intervienen básicamente los siguientes sujetos:
Entidad de leasing, que puede ser un banco, caja, cooperativa o entidad de crédito especializada en estas operaciones. Recibe el nombre de arrendador.
Arrendatario, que es quien suscribe el contrato de leasing y disfrutará de la posesión del bien durante la vigencia del contrato, adquiriendo su propiedad cuando se ejercite la opción de compra.
Proveedor, que es quien va a suministrar el bien objeto de arrendamiento financiero. El arrendatario normalmente va a seleccionar el bien y el proveedor, aunque quien efectivamente adquiere el bien es el arrendador.
Durante el plazo del contrato, el bien es propiedad de la entidad arrendadora y el usuario-arrendatario adquiere la propiedad del mismo al final del contrato mediante el pago del valor residual establecido, en el caso de que opte por esta alternativa.
El rasgo financiero del leasing se desprende de que la entidad arrendadora no posee el "dominio técnico" del material del cual es propietaria. Sólo actúa de agente intermediario e impulsor de un proceso de reequipamiento para el usuario-arrendatario. Es este quien asume todos los riesgos derivados de la relación plasmada en el contrato: mantenimiento, seguros, buen uso, incumplimiento de cláusula del contrato, etc.
Es importante destacar el papel del fabricante o proveedor del bien en el proceso de interacción de los sujetos intervinientes en la operación de leasing. El fabricante es, con frecuencia, el que inicia o impulsa la toma de contacto entre la entidad arrendadora y el potencial usuario. Aunque no interviene en la formulación del contrato de arrendamiento, mantiene una estrecha relación con el usuario anterior y posteriormente a que se formalice la operación, incluso cuando se ha ejercido la opción de compra.
Los dos grandes tipos de leasing son el leasing operativo y el leasing financiero. El primero es practicado directamente por fabricantes, distribuidores o importadores que, de este modo, disponen de un método adicional de financiar sus ventas. El segundo lo realizan entidades especializadas con una vocación estrictamente financiera: compran bienes elegidos por los propios usuarios para luego arrendárselos con opción de compra; por lo que, su finalidad no es la promoción de las ventas sino la obtención de un beneficio por la prestación del servicio financiero.
A partir de los dos grandes tipos anteriormente expuestos, podemos ampliar la clasificación teniendo en cuenta los distintos aspectos de la operación de leasing:
Según los bienes objeto del leasing:
Mobiliario
Inmoviliario
Según procedimiento:
Directo
Indirecto
Según duración:
Corto plazo
Largo plazo
Según la cuantia de la operación:
Pequeño
Medio
Gran leasing
Según volumen:
Bienes de consumo
Equipos industriales
Según cláusulas especiales del contrato:
Con o sin interés
Múltiple o individual
Con o sin servicio de asistencia
Con o sin seguro a cargo del usuario
Con o sin derecho a renovación
Por otra parte, nos encontramos con otros sistemas de leasing: el "lease back" o retroleasing y el "leveraged leasing" o leasing apalancado. En el primero, un usuario vende un activo de su propiedad a la entidad de leasing quien a su vez se lo arrienda en dicho régimen. El segundo es una operación combinada entre una entidad de leasing (arrendador), un financiador (un banco) y el usuario (arrendatario), mediante la cual los dos primeros comparten la financiación de la compra del bien (entre un 20% y un 40% la primera y el resto el segundo)
Renting
Es un contrato mercantil en virtud del cual el arrendador, siguiendo instrucciones expresas del arrendatario, compra en nombre propio determinados bienes muebles con el fin de, como propietario, alquilárselos al arrendatario para que este los utilice por un tiempo determinado, pudiendo éstos ser sustituidos o ampliados durante el periodo contractual.
Fundamentalmente, la diferencia que existe para el arrendatario entre leasing y renting estriba en que a través del renting no se desea en principio que la "cosa" acabe siendo propiedad del arrendatario; sino más bien, que le permita efectuar el cambio del mismo en el momento que precise.
Un claro ejemplo de renting sería BMW Renting y otras similares que realizan alquileres a largo plazo de sus vehículos. Aquí se cumple lo indicado anteriormente, ya que el cambio es posible en cualquier momento y el arrendador no es una entidad financiera.
Factoring
El factoring es un contrato en virtud del cual una de las partes (cedente) cede a la otra (factor o empresa de factoring) sus créditos comerciales o facturas frente a un tercero al objeto de que la sociedad de factoring realice todos o algunos de los siguientes servicios: gestión de cobro, administración de cuentas, cobertura de riesgos y financiación. La financiación mediante la fórmula de factoring se formaliza mediante la cesión de una entidad de crédito especializada en factoring, por parte de una empresa, de créditos comerciales contra sus clientes, a cambio de un importe convenido en términos relativos en el contrato, con o sin unos márgenes de variación (un descuento sobre el nominal de los créditos, en función de las características, más una retención sobre el volumen de crédito vivo en algunas modalidades), o disposición discrecional hasta un límite en función de los créditos cedidos.
Las Subvenciones
La Junta de Andalucía, a través del Instituto de Fomento de Andalucía (IFA), como instrumento de la Consejería de Trabajo e Industria para el desarrollo económico y el fomento empresarial, ponen a disposición de los empresarios y emprendedores andaluces una serie de ayudas, de carácter técnico y financiero, que cuentan con el apoyo de la Comunidad Europea y se instrumentan en el marco de la Subvención Global de Andalucía 1994-99, confiada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
En general, las subvenciones que más solicitan las pequeñas y medianas empresas son de tres tipos:
- Creación, ampliación modernización y renovación de equipos productivos e instalaciones en Proyectos Industriales de interés Regional
- Creación, ampliación, modernización y renovación en Sectores Industriales Preferentes.
- Los programas dirigidos a los jóvenes andaluces para la creación y puesta en marcha de empresas.
Subvenciones Dirigidas A Proyectos Industriales De Interés Regional
Tienen como objetivo el apoyo a las inversiones en activos fijos realizadas por las empresas andaluzas que desarrollan su actividad en los siguientes sectores industriales: textil, cuero y calzado, madera y corcho, papel y artes gráficas, caucho y materias plásticas, fabricación de productos metálicos, minerales no metálicos y construcción de maquinaria y equipos mecánicos.
Beneficiarios
Podrán beneficiarse de estas ayudas las PYMEs andaluzas que actúen en los sectores anteriormente definidos y de forma excepcional podrán acogerse al programa grandes empresas andaluzas.
Conceptos que se subvencionan
- Adquisición de maquinaria y bienes de equipo.
- Compras de suelo industrial.
- Obra civil e instalaciones auxiliares de edificación.
- Inversiones en activos destinados al diseño industrial, la implantación de sistemas de calidad o la mejora de las tecnologías de la información asociadas a la producción.
- Automatización y flexibilización de procesos y almacenes.
- Incorporación de sistemas de diseño, fabricación y gestión integrada.
- Adaptación de los procesos productivos a la normativa técnica.
Tipos de ayudas
- Subvenciones directas (Hasta el 35 % de la inversión subvencionable con un límite máximo de 100 millones de pesetas)
- Subsidiaciones de tipos de interés (Hasta 8 puntos)
- Préstamos (Hasta el 50 % de la inversión subvencionable)
Prioridades
Para la concesión de las ayudas se valorará:
- La creación de empleo.
- La dimensión de la empresa, primando las de menor tamaño.
- La creación y ampliación de empresas.
- El grado de innovación del proyecto.
- La contribución del proyecto a la transformación de materias primas de origen andaluz.
Subvenciones Dirigidas A Sectores Industriales Preferentes
Tienen como objetivo el apoyo a las inversiones en activos fijos realizadas por las empresas andaluzas que desarrollen su actividad en los siguientes sectores industriales: químico, maquinaria y bienes de equipo, electrónica e informática, material de transporte y medio ambiente.
Beneficiarios
Se podrán beneficiar las PYMEs andaluzas que actúen en los sectores anteriores.
Conceptos que se subvencionan
Los conceptos que se subvencionan son los mismos que en las subvenciones de Proyectos Industriales de Interés Regional.
Tipos de ayudas
- Subvenciones directas (Hasta el 40 % de la inversión subvencionable con un límite máximo de 100 millones de pesetas )
- Subsidiaciones de tipos de interés (Hasta 8 puntos)
- Préstamos (Hasta el 50 % de la inversión subvencionable)
Subvenciones Dirigidas A Los Jóvenes Andaluces Para La Creación Y Puesta En Marcha De Empresas
Tienen como objetivo incorporar al joven andaluz al mundo empresarial, consolidando la fórmula del autoempleo como una vía eficaz para activar el desarrollo económico andaluz.
Beneficiarios
Podrán beneficiarse de estas ayudas los jóvenes menores de 35 años que tengan la formación adecuada para desarrollar su proyecto empresarial, las personas jurídicas que no estén constituidas antes de la solicitud de la ayuda.
Conceptos que se subvencionan
Para la elaboración del plan de empresa:
*Estudios empresariales de:
- Viabilidad
- Mercado
- Personal
- Asesoramiento sobre tecnologías
- Contratos
Para la creación y puesta en marcha del proyecto:
*Adquisición de activos fijos
Seguimiento y tutoría empresarial:
*Tutoría empresarial (durante el primer año de vida de la empresa )
*Asesoramiento específico (dirigido a la consolidación de las empresas durante su primer año de actividad)
Tipos de ayudas
1. Subvenciones directas (Hasta el 50 % de la inversión)
Límites máximos de subvención :
*Elaboración del Plan de Empresa (2 millones de pesetas)
*Seguimiento y tutoría empresarial (2 millones de pesetas)
2. Subvenciones de tipos de interés (Hasta 8 puntos)
Otras Subvenciones
Otras subvenciones solicitadas aunque no tanto como las anteriores son :
-Energías y telecomunicaciones .
-Diagnósticos empresariales.
-Diseño industrial.
-Calidad industrial.
-Innovación y desarrollo tecnológico.
Otros Instrumentos De Financiación
Sociedades De Garantía Recíproca
Introducción
La situación financiera de la pequeña y mediana empresa, con las limitaciones para acceder a las principales fuentes de financiación ha ocasionado que dependan prácticamente del crédito a corto plazo como fuente primaria de financiación. Para solventar esta dificultad de obtener créditos a medio y largo plazo aparecen las Sociedades de Garantía Recíproca (SGR), cuyo objetivo fundamental es prestar apoyo financiero a las PYMEs mediante la concesión de un aval que respalde sus créditos.
Concepto
Las SGR son sociedades financieras destinadas a cubrir a sus socios frente a los riesgos inherentes de su gestión a través de una actividad empresarial.
Características
a) La garantía recíproca aporta a las PYMES el aval necesario para conseguir un crédito sin necesidad de presentar garantías complementarias.
b) Agilizan también la concesión de créditos a tipos más bajos que los del mercado.
c) Las sociedades de garantía recíproca estudian la viabilidad del proyecto presentado.
d) Ayudan a los pequeños y medianos empresarios a estar informados sobre todo tipo de ayudas que puedan obtener y estar al tanto de nuevas oportunidades de negocio.
e) Se constituyen, en la práctica, en el socio del empresario, tanto desde el punto de vista financiero como en otros aspectos.
Sociedades Y Fondos De Capital Riesgo.
La expresión "Capital-Riesgo" alude a una actividad financiera especializada y sistematizada que canaliza capitales hacia pequeñas y medianas empresas, en buena medida innovadoras, al tomar participaciones en el capital social de las mismas, generalmente en forma minoritaria y temporal.
La sociedad de "Capital-Riesgo" es un intermediario que pone en contacto al inversor con la empresa. Su objetivo social principal es la promoción, mediante la toma de participaciones temporales en el capital de empresas no financieras que no cotizan en el primer mercado de las bolsas de valores y en ningún mercado secundario organizado.
La actividad de la sociedad de capital riesgo se lleva a cabo de la siguiente forma:
a). Selección del proyecto. La sociedad de capital riesgo busca empresas con equipos directivos de calidad, proyectos viables y rentables.
b). Solicitud, para su estudio, de datos generales (productos, mercados, aspectos financieros )
c). Negociación del precio de entrada, materializándose la participación de capital en la PYME.
d). Salida de la PYME. La venta de la participación se hace a través de la recompra por los propios accionistas promotores, compra por un tercer grupo (adquisición o fusión) o venta en un segundo mercado bursátil.
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